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miércoles, 31 de marzo de 2010

Cambio Climático: Dejemos de ser consumidores y transformémonos en seres vivos.

"El 27 de Marzo, 2010 a las 20:30 horas (hora local de cada país), WWF le pide a individuos, empresas, gobiernos y organizaciones alrededor del mundo que apaguen sus luces durante una hora, La Hora del Planeta, para demostrar globalmente su preocupación por el cambio climático y demostrar su compromiso para encontrar soluciones.
La Hora del Planeta es un llamado para que cada persona, negocio, empresa privada, gobierno o comunidad actúe. Es una alerta para asumir responsabilidades e involucrarnos en el trabajo por un futuro sustentable".

Fuente: http://www.cuandopasa.com/index.php?v=v6236j

El pasado sábado fui parte de este destacable acto, aunque con desánimo fui testigo de cómo en la ciudad en la que vivo ni las empresas ni las personas demostraron la más mínima preocupación por el asunto. Pero estas líneas van dirigidas más a esas personas que sí participaron de esta actividad SIMBÓLICA mundial. Recalco el carácter simbólico porque hay que comenzar a darse cuenta que el ser humano, en el sistema imperante, descarga todas sus energías ACTIVAS en la creación de una riqueza grotesca y mal repartida, acaparada por una mínima capa de población que con su avaricia está llevando a nuestro planeta a la destrucción. Para salvar nuestro hogar, el hombre, hasta el momento no ha hecho más que esfuerzos simbólicos y en eso nos estamos quedando.
Con gran pompa hace poco se realizó en Copenhague una cumbre del cambio climático en la cual muchas personas cifraron sus esperanzas. Sin embargo no hay política alguna que, tras la cumbre, dé luces de revertir una situación estrechamente ligada a la forma de producción de nuestra sociedad y a los valores con los que nos relacionamos cada día.
Mucha gente pudo haber quedado contenta una vez que se apagó la luz por los 60 minutos, mucha gente quizás se sintió atraída por la gran propaganda, pero lo que más espero de corazón es que éste no haya sido otro espectáculo lleno de pompa y promoción como la cumbre de Copenhague. La idea es llamar a quienes lean esto a reflexionar para que la hora de la tierra, que se viene realizando durante varios años ya, no se transforme en un inútil ritual lleno de propaganda que nos deje contentos… y no vaya más allá de eso. Que La Hora de la Tierra no se transforme en una especie de droga que nos adormezca, que no sea como esa limosna que le damos al vagabundo y que tranquiliza nuestras conciencias pero que no soluciona nada. No quita el hambre de los más pobres y no permite que nuestra desigual sociedad tenga una conciencia limpia.
¿Cuál es el camino a seguir entonces? creo, humildemente, que el camino va por hacer un análisis de fondo de esta enfermedad que se llama Cambio Climático, hacer un diagnóstico que identifique el virus principal que la causa, y poder darle solución atacando la raíz del problema. Y no hay una píldora que mejore está enfermedad avanzada... es necesaria una intervención quirúrgica mayor.
Mirando a fondo es evidente que el cáncer que ataca a nuestro hermoso planeta es el hombre, pero es más que el hombre. Si hacemos un análisis histórico nos podemos dar cuenta que el hombre, hasta antes de la Revolución Industrial mantenía aun el equilibrio de convivencia con la naturaleza. Lo que afecta más directamente a nuestro ambiente es la forma de producción que utilizamos ¿cómo puede ser sustentable un modelo que por definición debe estar en una infinita y constante expansión? Es la avaricia de todos aquellos millonarios del mundo, de todos aquellos gobiernos y empresas que como parásitos succionan sin parar las riquezas naturales de nuestro planeta quienes nos están llevando al abismo. ¿Debemos sacrificar al planeta para satisfacer la avaricia y egoísmo sin límites de todos estos personajes poderosos y francamente oscuros? ¡NO! Debemos ir en contra de este neoliberalismo salvaje, desigual y destructor que promueve un infinito crecimiento de las economías.
Si queremos ayudar a nuestro planeta está bien, apaguemos la luz. Pero también veamos el trasfondo del asunto ya que estamos avanzando solo por el camino del beneficio privado y desastre colectivo. La clave es organizarnos en una crítica al capitalismo y sus nefastas consecuencias para la vida. Sin duda el capitalismo ha fomentado el desarrollo más grande de bienes materiales de toda la historia, pero bajo la lógica de que el beneficio privado lo es todo se está justificando la explotación de las personas y del medio hace ya siglos.

LA CRUEL REALIDAD



Este es lo que estamos causando al planeta y de lo que tanto se enorgullecen los economistas:

• Aumento de las temperaturas medias lo que está causando el
• Derretimiento de los polos, lo que conlleva no sólo la extinción de las faunas polares sino también el hundimiento de amplias franjas de las zonas costeras en el mundo cuyos efectos recaerán sobre el sector más pobre de la sociedad.
• Desaparición del Permafrost, lo que quiere decir que no sólo los hielos polares se están viendo afectados, sino también los hielos de montaña.
• Evaporación del agua: el mar del Aral, en Asia, ha perdido el 40% de su superficie en los últimos 40 años. (http://www-cambio-climatico.com)
• ¡Cada día el ser humano hace desaparecer 10 especies de animales!
• Los desiertos van en constante avance así como el número de desastres naturales registrados.



¿Bastará con apagar la luz una hora? Pues definitivamente no, hay que cambiar al capitalismo y sus promotores y pensar un mundo en donde la meta de nuestras vidas no sea el consumo y el enriquecimiento, sino la felicidad basada en la solidaridad entre todos los seres humanos entre sí y con todas las formas de vida de nuestro planeta. Esto no es una utopía, es una necesidad.

Por todo esto infórmate y preocúpate, corre la voz entre la gente acerca de lo que esta causando este sistema que mantenemos o, mejo dicho, nos han obligado a mantener a través de la violencia, la desinformación y el adoctrinamiento de la población en un montón de falacias que permiten toda esta desigualdad y destrucción. Únete o apoya a las organizaciones y partidos políticos críticos del capitalismo, si no te gustan crea instancias para difundir la información y el inconformismo. Pero por sobre todo es un deber que como seres humanos fomentemos una nueva forma de ser, una nueva moral que se base en el amor por la existencia y lo existente, en la solidaridad y en el equilibrio. Dejemos de ser consumidores y transformémonos en seres vivos.

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