Hace ya varios años la iglesia católica se está viendo envuelta en un espiral escendemte de acusaciones de pederastia. En la actualidad incluso es cuestionada la actitud del propio Papa Ratzinger quien ha intentantado, según algunos medios, ocultar gran cantidad de información con el fin de que la institución no se vea tan desprestigiada. En uno de sus discursos que hizo alusión del escabroso tema, Ratzinger (Benedicto XVI) habló de que tenemos que "aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas". Estas desafortunadas palabras vienen a reproducir la actitud que ha tenido la iglesia tradicionalmente con respecto a este tema. Incluso en los tiempos del venerado papa anterior (Juan Pablo II) se trataba de crear silencio y encubrir a los curas que estuvieron comprometidos en este tipo de actos aberrantes.
Dentro de esta "filosofía de la indulgencia" que la iglesia a promovido para con sus criminales, se cuentan verdaderos actos vergonzosos de la institución como trasladar a otros pueblos a los curas pedófilos poniendo en peligro la integridad de otros niños.
Otra estrategia que algunos personajes retrógrados de la iglesia (de por sí retrógrada)están usando es el de victimizar a la institución, dejando la sensación de que la iglesia está sufriendo ataques premeditados para desprestigiarla. Uno de estos personajes, con muy poco tino y sentido de la verguenza,declaró hace unos pocos días:
"Todos estos escándalos reales o ficticios hacen mal al pueblo y ese es el objetivo de la campaña de desprestigio. Todo, porque (la Iglesia católica) se opone a la políticas pro-abortos, homosexualidad, etc...", dijo el obispo de Alto Paraná, monseñor Jorge Livieres Plano en declaraciones al diario Ultima hora.
El prelado sostuvo que las denuncias, "en su mayoría son falsas". "Se trata de una persecución organizada contra la Iglesia Católica", precisó.
"Hay más hombres infieles a sus esposas, pedófilos y homosexuales que sacerdotes infieles a su vocación, pedófilos y homosexuales", subrayó el religioso.
¿cómo se puede defender a una institución en franca crisis moral en estos términos? La iglesia enseña moralidad a la gente (supuestamente) y nos encontramos con un personaje que seguramente usa los domingos para predicar y pone en duda las declaraciones de niños que han sido violentados en su integridad e inocencia. Este "monseñor" además pone al mismo nivel la infidelidad, la pedofilia y la homosexualidad, un ataque lleno de ignorancia y prejuicios para las respetables personas homosexuales que viven mucho más dignamente que estos curas de mente estrecha y pervertida. Obviamente no quiero decir que todos los curas sean así, pero por lo menos todos estos curas decentes que hay deberían oponerse a su lider y dejar de encubrir y ser indulgentes con esa manga de degenardos que han cometido grandes crimenes contra niños indefensos. Además, si lo que quiere este monseñor Jorge Livieres Plano es defender a la iglesia mejor que se quede callado.
¿Cómo se puede hablar de una campaña de desprestigio cuando por todos es conocido el encubrimiento del vaticano acerca del ataque del sacerdote Lawrence C. Murphy a 200 niños sordos en EEUU? un viejo caso que pone en evidencia la doctrina del Vaticano al respecto.
Ante este caso el Vaticano declaró que "no actuó porque el cura «estaba viejo y enfermo» y denuncia que la prensa intenta dañar al Papa" (http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2010/03/26/0003_8380066.htm)
Como se puede apreciar el Vatcano usa el mismo argumento de que se "intenta dañar al papa" y no se reconoce que la iglesia católica es un organismo con un serio problema moral que se sustenta en la mantención de la condición de abstinencia de los clérigos, como si tener una pareja fuera algo que pudiera ser impuro para quienes pretenden ser ejemplo y guía de la sociedad.
La humanidad sabe, por lo menos desde los tiempos en que se escribió El Decamerón, que este régimen de abstinencia para personas de carne y hueso no siempre resulta. No son santos, el Papa no es santo y la iglesia no podrá decir eso de sí misma si siguen con el encubrimiento y la mentira.
Son muchas las manchas que la institución guarda a lo largo de su historia, muchas las vidas segadas en su nombre, mucha la discriminación que ha motivado sus ideas, ideas que tienen milenios ya y que no responden a nuestra sociedad. ¿Cómo no existen sacerdotizas si en el mundo abogamos por la igualdad entre hombres y mujeres? ¿Cómo hablar de los pobres si el Papa y el Vaticano están tapizados en oro mientras gente muere de hambre?
No soy católico, pero exorto a las buenas personas creyentes a ser críticos y analizar las desafortunadas frases y acciones de sus líderes de fe.
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