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martes, 13 de abril de 2010

LA IGLESIA SIGUE DANDO VERGUENZA: LA PEDERASTÍA VENDRÍA DE LA HOMOSEXUALIDAD


La iglesia católica sigue tropesando sobre sí misma. Ahora la verguenza proviene de una de sus altas figuras, el secretario del Vaticano Tarsisio Bertone, quien hace pocos días visitó Chile. Este alto personaje de la "santa" sede declaró que "la pedofilia entre los sacerdotes tiene más que ver con la homosexualidad que con el celibato"... “Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pedofilia. Esto es verdad, este es el problema”, dijo Bertone en conferencia de prensa. (http://www.radiobiobio.cl/2010/04/12/tarcisio-bertone-y-medidas-del-papa-contra-casos-de-pedofilia-no-va-a-dejar-de-sorprendernos/)

Estas declaraciones claramente son una estrategia (malísima por lo demás) para desambarase de las acusaciones de pederastia externalizándola fuera de la institución y estigmatizando groseramente a las personas homosexuales que tanto han sido vilipendiadas por la retrograda institución. Con estas declaraciones, derechamente fascistas y cargadas de ignorancia, la iglesia además pone frenos para que esta ola de verguenza que azota a la iglesia sirva para realizar reformas en la misma.

Las declaracíones homófobas de la iglesia, a estas alturas, no me sorprenden. Lo que es soprendente es que altas personalidades de la iglesia no sean capaces de hacerse una autocrítica en un momento de crisis como el que vive la iglesia en la actualidad, porque aunque quieran minimizarlo lo que vivimos en la actualidad es un escándalo que pone en cuestión a la iglesia misma y en su totalidad, especialmente por este tipo de reacciones. Lo más lamentable es que este tipo de declaraciones siguen siendo aceptadas por gran parte de la población católica del mundo, especialmente grupos poderosos y conservadores como los que en Chile representa la derecha del tipo UDI. La iglesia sigue dando verguenza ajena a quienes, con orgullo, no somos parte de ella. Ninetzsche en el siglo XIX, en "El Anticristo" afirma que la iglesia es como una manzan podrida... y se puede seguir afirmando.

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