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jueves, 10 de junio de 2010

11 de septiembre de 2001: versión oficial y teorías alternativas. ¿Conspiración o Terrorismo? ¿Creer o dudar?


(Investigación original que realicé el 2009 para una clase de Historia contemporánea de nombre "Balance y Perspectiva del Siglo XX")


INTRODUCCIÓN

El martes 11 de septiembre de 2001 el mundo quedó paralizado. Las impactantes imágenes en vivo de una de las Torres del World Trade Center (WTC) ardiendo producto del choque de un avión, fueron percibidas desde el primer momento como una gran tragedia. Pero sólo unos minutos después el choque de otro avión en la torre adyacente causó más que perplejidad, levantó una ola de temor inmensa. Los ataques a las Torres Gemelas fueron percibidos desde un primer momento como un hecho histórico sin precedentes. Nunca Estados Unidos había recibido un ataque en el interior de su territorio de tal envergadura[1].
Estos hechos, que se suman al ataque al edificio del Pentágono y el secuestro de otro avión que se habría precipitado en Pensilvania, levantaron una serie de consecuencias que se manifiestan incluso a fines de está primera década del siglo XXI, como la larga Guerra en el medio oriente. Pero, sin duda, uno de los efectos más importantes producidos tras el 11 de septiembre de 2001 es la aparición de una serie de hipótesis que ponen en duda la versión oficial entregada por el gobierno de los Estados Unidos acerca de estos hechos.

En el presente trabajo se abordarán los acontecimientos que afectaron a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, es decir la caída de las torres gemelas y el ataque al pentágono, analizando las consecuencias que despertaron estos hechos a nivel de opinión. Para esto, se analizará la versión oficial acerca de los atentados terroristas que desencadenaron la guerra en medio oriente, junto con las versiones alternativas que han circulado desde el mismo 2001 que hablan de una conspiración llevada a cabo por el mismo gobierno de George Bush, administración que habría perpetrado un auto atentado con el fin de justificar la Guerra en medio oriente. Se intentará revisar los argumentos que utilizan estas teorías alternativas, que proliferan especialmente gracias a la posibilidad que otorga Internet de obtener información, imágenes, audios y otra serie de elementos necesarios para poder generar una teoría propia.

¿Cuál sería la importancia de estudiar este aspecto de los atentados en el marco de la comprensión de la Historia Contemporánea? Los atentados del 11 de septiembre de 2001 pueden considerarse el acontecimiento más importante e impactante del naciente nuevo milenio en esta década que está a punto de cerrarse. Luego de aquel día se abrieron nuevas preocupaciones en el mundo, se inició una guerra larga y sangrienta que ha llevado a la ocupación por parte del ejército norteamericano de territorios en medio oriente.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se alzó como la gran potencia mundial, amenazada solamente durante la Guerra Fría por la otra súper potencia que surgió del conflicto mundial: la Unión de República Socialistas Soviéticas. Sin embargo, al caer la URSS los enemigos de EE.UU. no parecen haber desaparecido, manifestándose luego en la forma del terrorismo. Antes del 2001 ya se habían perpetrado ataques terroristas al World Trade Center, pero nunca de la envergadura que alcanzaron en el 2001. Estos hechos catapultaron un estado de opinión diverso, algunos preveían el inicio de una Tercera Guerra Mundial, otros veían el conflicto abierto entre Oriente y Occidente, algunos se lanzaron a la búsqueda de signos esotéricos y místicos. La proliferación del uso de internet y la amplia difusión de información ha permitido también el desarrollo de teorías no oficiales acerca de estos ataques, teorías que hablan de auto-atentado por parte del propio gobierno de Bush en pos de los intereses económicos que significan la creación una excusa para la invasión de los ricos países petroleros de medio oriente, estas “teorías conspirativas”[2] se enmarcan incluso en teorías más amplias que hablan de la búsqueda de la dominación mundial por parte de poderosos grupos económicos. Investigar sobre estas corrientes de opinión es importante, en cuanto son parte de la Historia como constructor del imaginario sobre los hechos de una buena parte de la población que busca una explicación acerca de estos hechos.
En fin, este acontecimiento histórico es de suma importancia para entender gran parte de la historia de toda la década marcando un antes y un después, y que además es un tema polémico hasta el día de hoy no sólo en sus consecuencias políticas sino también en las interpretaciones y opiniones acerca de su origen y razones de ser.

LOS HECHOS

El 11 de septiembre de 2001 miles de personas en Estados Unidos perdieron la vida producto del derrumbamiento de las Torres gemelas, para muchos el corazón del capitalismo mundial, las cuales fueron envestidas por dos aviones de aerolíneas comerciales que fueron desviados de su rumbo.
Ese mismo día el edificio 125 del Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos ubicado en el condado de Arlington, Virginia, se derrumbo producto de un fuerte incendio provocado por un objeto que lo impactó.
En Somerset County, Pensilvania, por otra parte, un avión de pasajeros se estrelló, derribado por cazas F-16 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, causando la muerte de sus ocupantes.
Por este breve recuento de los hechos es fácilmente comprensible cuál es la intención más inmediata tras estos atentados[3]: están estructurados en base a atacar a los principales centros simbólicos y empíricos del poder de Estados Unidos: su poder económico, político y militar. Además, los atentados terroristas estarían encausados a causar el máximo miedo en la población, cosa que efectivamente ocurrió. La ola de miedo e inseguridad se hizo presente en toda Norteamérica e incluso en el mundo, por lo que el objetivo más inmediato de quienes perpetraron los atentados se cumplió a cabalidad. Se cerraron por tres días en los Estados Unidos los vuelos comerciales, las medida de seguridad en los aeropuertos se extremaron al máximo y, luego del informe oficial de los hechos, se encendió en Estados Unidos un fuerte recelo hacia las personas de religión musulmana o incluso con el fenotipo característico de las personas de medio oriente.
Básicamente estos son los hechos que se pueden constatar sin lugar a dudas, fueron seguidos por prácticamente todo el planeta. Nadie podría negar lo recién dicho en base a la innegable y sólida documentación que respalda lo recién dicho. Y, más importante aún, todas las personas del mundo se enteraron, o incluso fueron testigos en directo gracias a la televisión, acerca de estos hechos brevemente relatados.
El problema esencial, para esta investigación, en estos violentos episodios ocurridos el 11 de septiembre se da en el orden de la interpretación de estos hechos básicos e innegables. Interpretación que es nutrida con otra inmensa cantidad de datos.


EL INFORME OFICIAL SOBRE EL 11s: LA VERSIÓN DEL GOBIERNO.

Sin ninguna duda los hechos fueron increíblemente inesperados y brutales. Pero luego de estos todas las fuerzas de inteligencia a cargo del aparato estatal estadounidense se pusieron en movimiento para poder llegar a la verdad de los hechos. Sin entrar a cuestionar aun la veracidad de la versión oficial, pasaré a dar cuenta de las ideas más importantes aportadas por esta versión oficial[4].
Una comisión investigadora redactó un informe oficial acerca de lo ocurrido. La comisión habría llegado a las siguientes conclusiones:

Dos aviones, el vuelo 11 y 175 de American Airlines procedentes de Los Ángeles y Boston, respectivamente, fueron secuestrados por 19 terroristas pertenecientes al grupo islámico radical Al Qaeda quienes dirigieron los aviones secuestrados a estrellarse contra las torres 1 y 2 del WTC en Nueva York.
Casi de forma simultanea el vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el edificio 125 del complejo que alberga a la defensa concido como el Pentàgono, esto habría provocado un intenso incendio que terminó haciendo ceder la estructura del mismo. Cuarto avión, esta vez el vuelo 93 de United Airlines cayó en el Estado de Pensilvania, este aviòn se habrìa dirigido hacia la casa veraniega del presidente (aunque con posterioridad se hablaría de que el destino final de este vuelo habría sido la Casablanca, sede del gobierno.

Las bajas producidas se habrìan producido por miles, exactamente perecieron 2973 personas, se incluyen acá los 246 muertos que tripulaban las cuatro aeronaves estrelladas (no hay sobrevivientes entre los tripulantes secuestrados), 2602 muertos en Nueva York, tanto dentro como fuera de las torres gemelas, a sus pies. A estos, se suman los muertos dentro del edificio del Pentágono (donde se cuenta un sólo militar de alto rango). Dentro de todas estas victimas se cuentan 343 bomberos del departamentote bomberos de la ciudad de Nueva York, 23 policías y varias personas desaparecidas (24 hacia mediados del 2002).

Estados Unidos confirmó que los atentados habrían sido realizados por una organización terrorista de medio oriente. Esta organización habría estado bajo el mando de Osama Bin Laden, el personaje fatídico que fue identificado con la autoría intelectual de los atentados y el hombre más buscado del mundo hasta el momento.
Esta versión oficial es fruto, principalmente, de la operación desarrollada por la FBI para poder encontrar a los culpables de estos atentados. La operación se denominó PENTTBOMB (juego de palabras que una Pentagono con Twin Towers y Bomba), es la operación de inteligencia más grande de la historia hasta el momento, con más de 7000 agentes trabajando. Esta operación declaró haber encontrado, en menos de 17 horas, a 19 de los secuestradores de los aviones, todos de origen árabe.
Las investigaciones oficiales realizadas por Estados Unidos llegaron determinaron las causas que habrían motivado el ataque del grupo encabezado por Osama Bin Laden. Estas causas estarían expuestas en un documento creado por el mismo Osama Bin Laden en el año 1998 conocido como la fatwa[5], en esta fatwa están declarados tres “crímenes y pecado” que habría cometido los Estados Unidos:

El apoyo militar de Estados Unidos a Israel.
Ocupación militar de la península arábiga por Estados Unidos.
La agresión estadounidense contra el pueblo de Irak.

La fatwa además establece que Estados Unidos apoya regímenes y monarquías abusivas que oprimen a los árabes, intenta dividir a los árabes con el fin de debilitarlos como fuerza política además de saquear los recursos de la Península arábiga y apoyar la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel.
Estas serían las causas que habrían movido a los terroristas. Además, un video de 2004 confirmaría la autoría de Osama Bin Laden, quien habría declarado que la Guerra del Líbano de 1982, de la que ve como responsable a Estados Unidos, lo habría impulsado a desarrollar la idea de los atentados terroristas.
Estados Unidos no sólo se quedó, como política oficial, en la identificación de los responsables, sino que también planificó su propi represalia contra los responsables, y más aun, el presidente Bush le declaró la guerra al terrorismo mundial, iniciándose el triste episodio que se ha conocido como Guerra contra el terrorismo. Esta guerra tomó en un primer momento incluso el carácter de una guerra de civilizaciones, ya que el propio presidente Bush catalogó a este enfrentamiento de “cruzada”[6]. Se estableció incluso por parte de Estados Unidos el denominado “eje del mal”, palabra usada por George Bush desde 2002 para denominar a los países que, supuestamente, apoyarían al terrorismo. En esta denominación cayeron países como Irak, Irán y Corea del Norte. Más tarde se han ido agregando países a esta “lista negra” tales como Cuba, Libia y Siria. En ocasiones Bush usó esta denominación para referirse a países sudamericanos como Venezuela y Bolivia.

Esta versión oficial entregada por Estados Unidos es la versión que, obviamente, ha dominado todo debate entre los gobiernos. Es la versión que seguramente se enseñará en los libros de texto y es la versión políticamente correcta y aceptada por todo el mundo.
Sin embargo, desde el primer momento en que los terribles hechos del 11 de septiembre acaecieron surgieron duda acerca de la veracidad de la versión oficial. Incluso en el mismo momento de los hechos muchas personas tuvieron percepciones diferentes que no encajarían más tarde con la visión oficial.
A continuación se establecen cuáles son las posturas críticas y las posturas alternativas, o como he llamado acá, las teorías conspirativas que buscan otra respuesta a la pregunta de ¿quién fue el responsable de los atentados? ¿Por qué lo hizo?

LOS CRÍTICOS DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Dentro de quienes no aceptan totalmente las tesis del gobierno de Estados Unidos se encuentran, primero, un grupo de intelectuales a lo largo de todo el mundo que no están enfocados en cuestionar la veracidad de los atentados, ni a cuestionar la autoría de estos. En realidad es un grupo que acepta la versión oficial de los hechos, pero que cuestiona la reacción de Estados Unidos ante éstos.
Estas personas se oponen a las guerras iniciadas por Estados Unidos. Cuestionan la legitimidad de estas guerras y ven en esta reacción por parte de los Estados Unidos un aprovechamiento, una utilización de los atentados para cumplir objetivos totalmente ajenos.
Una de las posturas más críticas, y que forman parte de esta corriente que acepta la versión oficial pero que cuestiona el accionar posterior de Estados Unidos, provino del autor, experto en relaciones internacionales, Benjamín R. Barber. Quien dice que Estados Unidos con su guerra contra el terrorismo estaría instaurando un “Imperio del Miedo” que sería tan reprochable como el mismo terrorismo, Barber plantea que si bien Estados Unidos fue una víctima de horribles atentados, el gobierno se estaba equivocando profundamente “en el método elegido para hacer frente al terrorismo, ya sea emprendiendo guerras en el extranjero o procurando la seguridad en su propio territorio, Estados Unidos ha generado el mismo terror que constituye la principal arma de terrorismo”[7].
Barber cuestiona la posición de Estados Unidos al proponer la idea de un eje del mal, además de la postura de “estas conmigo o contra mí” llevada a cabo por la administración Bush. En el contexto inmediatamente posterior a los atentados “oponerse a Estados Unidos equivale a pertenecer, sino al eje del mal, si al grupo de los ‘malos chicos’; apoyar a Estados Unidos equivale a ser un buen chico, aunque el régimen en cuestión sea autoritario o incluso tirano… Dispone de los recursos necesarios para desplegar fuerzas militares en todo el planeta y para combatir en varios frentes a la vez, pero en cambio no puede proteger la sede del Pentágono en Washington o la catedral del capitalismo en Maniatan porque la interdependencia permite a los débiles utilizar las fuerzas del estilo jiu-jitsu para derrotarlos”[8].
Las posturas que reprocharon el accionar de Estados Unidos posterior a los atentados fueron bastante amplias. Incluso podríamos considerar que Chile tuvo una política oficial que podríamos encasillarlo en esta postura crítica, en cuanto el Presidente Lagos no dio el voto de Chile en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Estados Unidos, en el marco de su cruzada contra el terrorismo, iniciara la invasión de Irak.



LAS POSTURAS RADICALES. TEORÍAS CONSPIRATIVAS.

Además de estas posturas críticas se han desarrollado otras teorías, de variado origen y con múltiples matices, que plantean ya no una crítica al accionar posterior de Estados Unidos, sino que ponen en duda por completo la versión oficial. Obviamente no se ponen en duda los hechos que son absolutamente comprobables (como por ejemplo el que dos aviones se estrellaron contra las torres del WTC) sino la interpretación hecha por el gobierno. Estas teorías llegan a plantear, en algunos casos, que es el mismo gobierno quien habría planeado un autoatentado para poder desplegar su siniestra agenda sobre el medio oriente.

Estas teorías están representadas principalmente por el Movimiento por la Verdad del 11s. Este es el movimiento que reciben una serie de organizaciones que cuestionan la versión oficial sobre el 11 de septiembre. Este movimiento a expresado sus teorías esencialmente mediante Internet, medio que se ha transformado en una verdadera tribuna para el desarrollo de estas teorías alternativas. Este es un factor importante para poder entender y respetar estas teorías, ya que este movimiento y todos quienes desarrollan estas posturas se basan en el inmenso material que está a disposición en la red como documentos periodísticos, documentación oficial, videos, fotos, entrevistas, etc. Es decir que sus interpretaciones no deben ser tomadas a la primera como puntos de vista rechazables a la primera.

Estas teorías las podemos dividir en dos vertientes principales: quienes plantean que los Estados Unidos estaban al tanto de que los grupos terroristas iban a llevar a cabo estos atentados, pero que no se hizo nada para aprovechar la oportunidad del golpe en pos de sus propios intereses, y otro grupo que define los atentados derechamente como auto atentados, pensados, preparados, desarrollados y encubiertos por el gobierno norteamericano con el fin de tener una cuartada perfecta para iniciar una guerra en medio oriente que gozara de apoyo total por parte de los ciudadanos norteamericanos y el mundo para controlar la riqueza de la rica zona petrolera de oriente medio. Hay que agregar otra corriente, enmarcada en este último grupo y la de una interpretación más radical, que propone que el autoatentado habría sido desarrollado por un grupo que secretamente controla el poder económico y político mundial a través de Estados Unidos y que tendría como objetivo la dominación total del planeta a través de un “nuevo orden mundial” basado en el dominio económico y financiero por parte de este grupo tras las sombras. Algunos le ponen nombre a este grupo, llamándolos Illuminati (una supuesta sociedad secreta).

El primer gran golpe a la versión oficial del Gobierno de Estados Unidos fue desarrollada por un periodista quien en 2002 publicó uno de los libros más polémicos de toda la década, libro que se titula La Gran impostura, su autor Thierry Meyssan fue el primero en aunar una serie de evidencias que cuestionaban todos los dichos de la Casa Blanca con respecto a los atentados.
Ahora vamos a revisar cuáles son los principales argumentos que usan quienes defienden estas teorías alternativas, basándonos principalmente en el trabajo de Meyssan, ya que una revisión de estas teorías a través de Internet nos demuestra que este autor quien plantea desde un principio la estructura básica en que se apoyarán todas las otras teorías que cuestionan la versión oficial.

El pentágono ¿y dónde está el avión?

Los argumentos más contundentes de estas teorías versan sobre el episodio del Pentágono.
En el Pentágono jamás habría caído un avión, la causa del incendio en el edificio 125 habría sido un proyectil balístico de alto calibre disparado deliberadamente.
La primera incongruencia se habría dado en los primeros momentos. La agencia Reuters, “la primera en llegar al lugar de los hechos, anuncia que el Pentágono ha sido alcanzado por la explosión de un helicóptero. Esta noticia la confirma por teléfono Paul Begala, un consultor demócrata, a la Associated Press. Unos minutos más tarde, el Departamento de Defensa corrige la información: era un avión”[9]
Además de esta pequeña contradicción Meyssan se basa en una serie de hechos que poyan la idea de que no hay avión alguno que se haya estrellado contra el Pentágono.
Los primero es el hecho de que los primeros medios en llegar al lugar de los hechos jamás vieron ningún avión. El avión habría desaparecido producto de las llamas. Curiosamente hay fotografías de agentes federales llevando pequeños trocitos del fuselaje del avión que parecen pequeños trozos de aluminio que no aparecen quemados. Estas fotografías no serían más que un burda manipulación según estas teorías alternativas.
Ante la teoría de que el avión se calcinó sin dejar rastros Thierry Meyssan nos dice que “Mientras que el morro del avión está fabricada con carbono y las alas -que almacenan el combustible- pueden arder, el fuselaje de un Boeing es de aluminio y los reactores son de acero. Tras un incendio, el aparato tiene que dejar necesariamente restos calcinados. Si se remite a la fotografía de la Associated Press (véase pág. 19), se puede observar claramente que no hay avión. Sin embargo, la foto fue tomada en los primeros instantes: los camiones de bomberos ya habían llegado, pero los bomberos aún no se habían desplegado”[10]


Esta es una de las primeras imágenes tomadas del Pentágono. No se puede apreciar resto alguno de avión. Ante la idea de que se calcinó por completo se toman como referencia otros aviones que se han estrellado con edificios o el suelo, y en todos los casos siempre quedan restos. La teoría oficial del calcinamiento del avión también es incoherente, según señala Meyssan, porque el que los motores que se fundieran es prácticamente imposible en las condiciones de un incendio de estas características. Además el césped no tiene marcas de que un avión, que supuestamente se estrelló en el primer piso del edificio, se estrelló allí.
Se aduce además el que las alas del avión deberían haber causado daño a la estructura o, de lo contrario haber dejado huella, como se intenta demostrar en la siguiente fotografía muy común en Internet:




Además de esto, Meyssan y el resto de las teorías conspirativas que giran en torno al 11 de septiembre ponen en duda la posibildad de que un avión pudiera viajar a gran velocidad desde el aire y estrellarse horizontalmente en el primer piso del edificio del Pentágono, una maniobra imposible a gran velocidad. Además, recreaciones de los hechos evidenciarían que de haber ocurrido así, el avión habría tenido que chocar con varios postes de luz y otro tipo de estructuras, cosa que nunca ocurrió.
Meyssan habla al respecto: “Para causar los mayores estragos, el Boeing debería haberse estrellado contra el techo del Pentágono. A fin de cuentas era la solución más simple: la superficie del edificio es de veintinueve acres. En cambio, los terroristas prefirieron estrellarse contra una fachada, aunque su altura fuese sólo de veinticuatro metros.
El avión se acercó repentinamente al suelo, como para aterrizar. Manteniéndose en posición horizontal, descendió casi a la vertical, sin dañar las farolas de la autopista que bordea el aparcamiento del Pentágono, ni siquiera rozándolas con el soplo de su desplazamiento. Sólo una luz del aparcamiento quedó seccionada.
El Boeing chocó contra la fachada del edificio a la altura de la planta baja y la primera planta. Todo sin dañar el magnifico césped del primer plano, ni el muro, ni el aparcamiento, ni el helipuerto”[11].
Las teorías conspirativas también enfatizan el hecho de que todos los sitios del gobierno son lugares altamente vigilados y protegidos, pero no se tuvo evidencia visual presentada por el gobierno hasta varios meses después del atentado, “aunque oficiales, parlamentarios y militares pretendieran haber visto caer el aparato, nadie vio el menor pedazo de avión, ni siquiera el tren de aterrizaje: sólo fragmentos de metal no identificables. En cuanto a las cámaras de vídeo-vigilancia del aparcamiento del Pentágono, tampoco vieron el Boeing en ningún momento y desde ningún ángulo”[12].
Sin embargo, más adelante el gobierno hizo disponible un video que no dura más de tres segundos en donde se ve la explosión de la pared del Pentágono. Este video avivó más las posturas alternativas, ya que en el video no se ve avión alguno, solo un rápido destello que provoca la explosión del edificio[13].
El gobierno de Estados Unidos además, informó que el avión secuestrado habría sido perseguido por un caza f – 16 que, sin éxito logró darle alcance para derribarlo. Esta postura es vista como imberocimil por todas las posturas que hablan de autoatentado ¿cómo un avión comercial puede dejar atrás, en velocidad y maniobra a un F – 16? Esta pregunta planteada por los teóricos de la conspiración se une a la de ¿Cómo un piloto profesional de las Fuerza Aérea de Estados Unidos encargado de defender la zona de decisión bélica más importante de su país no puede derribar a un inmenso avión de pasajeros piloteado por un terrorista con escasa preparación de vuelo?

La respuesta a toda esta situación sería, que efectivamente nunca hubo un avión que se estrellara con el Pentágono. “En resumen, sólo un misil del ejército de Estados Unidos de América que emita un código amigo puede entrar en el espacio aéreo del Pentágono sin que se desencadene la descarga de contramisiles. Este atentado sólo puede haber sido cometido por militares norteamericanos contra otros militares norteamericanos”[14].



LAS TORRES GEMELAS: UN CASO DE IMPLOSIÓN CONTROLADA

El caso del WTC no es menos polémico. Las teorías alternativas también han encontrado en este episodio de los atentados a las torres gemelas una serie de elementos que podrían hacernos dudar acerca de la versión oficial. En este caso, la responsabilidad de levantar teorías alternativas tiene un peso moral muy grande, considerando que en estos atentados murieron miles de personas. Hay que destacar que muchos familiares de personas muertas aquel día forman parte del Movimiento por la Verdad del 11 de septiembre.
Lo que básicamente se dice de la caída de las torres gemelas, es que esta habría sido provocada deliberadamente siguiendo el patrón de técnicas que se usa en la demolición de grandes edificios.
Lo primero que levanta la duda es que el mismo hecho de que la torres hayan sucumbido tan rápidamente al fuego, desplomándose como en una demolición programas. En casos similares las estructuras no sucumben desplomándose de esta manera, existe una posibilidad realmente baja de que los edificios colapsen de esta manera tan “limpia” si no es de forma controlada, menos aun que dos edificios lo hagan, o menos aun que tres edificios se desplmen de la misma manera, ya que no hay que olvidar que el edificio 7 del WTC también sucumbió de la misma forma sin que ningún avión se estrellara contra él.
En Estados Unidos se han realizado varios estudios acerca de la posibilidad de que la estructura de acero sucumba tan rápido producto de un incendio, Meyssan dice que “Según el informe preliminar, la combustión del carburante de los aviones habría desprendido un formidable calor que habría fragilizado la estructura metálica central.
Las asociaciones de bomberos de Nueva York y la revista profesional Fire Engineering rechazan con vigor esta teoría y, con la ayuda de cálculos, aseguran que esas estructuras podían resistir mucho tiempo al fuego. Los bomberos afirman haber oído explosiones en la base de los edificios y reclaman la apertura de una investigación independiente”[15]. Apoyando esto está el estudio realizado por el Dr. Steven Jones titulado ¿Por qué se derrumbaron realmente los edificios del WTC?[16] En este estudio, el autor llega a la conclusión de que la única explicación científica válida para la caída de los edificios del WTC es la existencia de un derrumbe programado.
El caso de la torre 7 también se utiliza para desmentir la tesis oficial: “Sea como sea, el choque de los aviones no permite explicar la caída de un tercer edificio, ía Torre 7. La hipótesis de una desestabilización de los cimientos fue descartada por la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Civiles: en efecto, la Torre 7 no se inclinó, sino que se desmoronó sobre sí misma. La pregunta ya no es «¿fue dinamitada?», sino «¿qué otra hipótesis puede formularse?»”[17].
Quienes hablan de autoatentado y demolición programada de las torres gemelas manejan también material visual que respaldaría sus teorías[18]. Así como los testimonios de muchos bomberos que sintieron una serie de explosiones antes del colapso de los edificios, explosiones que incluso se habrían manifestado en el subsuelo.
Además, el WTC se habría derrumbado por completo sobre su propia base, sin dejar nada de su superestructura central formada por una serie de columnas de acero. Estructuras que siempre dejan huella a menos que sean deliberadamente destruidas. Esta situación vista como anómala por los teóricos de la conspiración se puede apreciar en esta foto:




Estas teorías se alimentan de muchos más elementos, incluso algunos d muy dudosos como el hecho de que ningún judío habría ido a trabajar aquel día, lo que los involucraría en los atentados.
Se puede agregar como un argumento más usado por quienes niegan la versión oficial sería la cercanía de la familia de Bush con los Bin Laden, con quienes tendrían negocios juntos. Este dato causó alto impacto en su momento especialmente por el Lemonde Diplomatique cuando señaló que “Bush Jr. y la familia de Bin Laden hicieron negocios juntos”[19].
Hay centenares de hechos que son usados en Internet para rebatir la versión oficial (uno muy llamativo es el que niega la autenticidad del video que muestra a Osama Bin Laden hablando contra EE. UU., en este video actuaría un doble que sería fácilmente identificado como una persona con rasgos muy diferentes a Osama), pero para este trabajo los dejaremos hasta acá.

CONCLUSIONES

Los ataques terroristas perpetrados contra EE. UU. el 11 de septiembre de 2001 han levantado un sin número de polémicas. La versión oficial es percibida como falsa por una parte importante de la población en el mundo y en los propios EE. UU. De hecho “un sondeo realizado por Zogby USA que indica que el 44 por ciento de los estadounidenses están convencidos de que el presidente de los Estados Unidos manipuló los atentados para iniciar la guerra”[20]
Este trabajo al no estar organizado para tomar una postura, sólo se limita a constatar la existencia de corrientes de opinión que se contradicen sobre un hecho capital de la historia más reciente, de la historia que conformará la base del estudio historiográfico del siglo XXI. Las corrientes de opinión, en forma de teorías conspirativas o alternativas, que están presentes en Internet y también en cierta literatura especializada al respecto no deben ser vistas sólo como una paranoia de mal gusto, sino que con la curiosidad del investigador que busca la verdad. Conspiraciones de este tipo son perfectamente posibles. Quizás muchos de los que lean esto se acuerden del incendio que los nazis provocaron al Reichstag para inculpar a los comunistas y así llegar al poder. Aunque sin duda las proporciones de lo ocurrido son incomparables.

Es poco probable que exista un consenso, alguna vez, sobre lo ocurrido. De ser así, de todos modos, lo único imborrable de la historia es la huella de sangre dejada por las víctimas de los atentados y de la Guerra.


NOTAS:

[1] No hay que olvidar que ya se habían producido atentados durante la década del 90 en el mismo complejo de edificios conocidos como el WTC. También a principios del siglo XX Estados Unidos sufrió el saqueo por parte de las huestes de Pancho Villa en tiempos de la Revolución Mexicana.
[2] Conspirativas en cuanto ven en el accionar de Estados Unidos y sus grupos dirigentes la acción encubierta de una conspiración para confirmar y mantener el dominio mundial y la creación de un orden mundial sólo propicio a la supremacía norteamericana y, más específicamente de los grandes poderes económicos que actuarían a través de la superpotencia.
[3] más adelante veremos que las diferentes interpretaciones de los hechos entregan una intencionalidad subyacente mucho más profunda y menos inmediata a los atentados
[4] Todo la información siguiente está basada en el siguiente texto: Comisión Nacional de Investigación; 11-S. el informe: extracto del informe final de los atentados terroristas contra Estados Unidos; Ed. Paidós. Barcelona. España; 2005.
[5] Con el nombre de Fatwa se conoce a una disposición legal según el ordenamiento jurídico islámico.
[6] Marc Augé; Diario de Guerra. El mundo después del 11 de septiembre; ediciones Geolisa; 2002; Barcelona; p. 13.
[7] BENJAMÍN R. BARBER; El Imperio del Miedo. Guerra, Terrorismo y democracia; Ediciones Paidós Ibérica; Barcelona; 2004; p. 15.
[8] Ibídem; p. 20 – 21.
[9] Thierry Meyssan; La Gran impostura; Editorial La Esfera de los Libros; 2002; p. 7.
[10] Ibídem; p. 10.
[11] Ídem.
[12] Ibídem; p. 11.
[13] El video en cuestión puede ser visto en el siguiente enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Pentagon_security_video.gif
En la siguiente página es posible ver una recreación de cómo se abría visto realmente un avión Boeing estrellándose en el Pentágono http://www.voltairenet.org/article139308.html
[14] Thierry Meyssan; op. Cit; p. 13.
[15] Ibídem; pp. 16 – 17.
[16] Para profundizar más con respecto a los aspectos técnicos este estudio puede ser encontrado traducido al español en formato PDF a través de este enlace: http://www.journalof911studies.com/letters/SEJonesWTCpaperSpanish62M.pdf
[17] Ibídem; p. 17.
[18] En este video es posible observar las explosiones programadas que habrían dado lugar a la caída de las torres gemelas: http://www.youtube.com/watch?v=C8sQWPJPBE0
[19] Citado en Marc Augé, op. Cit; p. 26.
[20] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=259779

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